Cristina Cañibano

Llevamos desde 2013 haciendo bodas y es algo con lo que disfrutamos mucho. Intentamos darle valor a lo que hacemos desde el punto de vista del cliente: las personas, los momentos, las sensaciones… sin forzar nada.

Nos gusta ser cercanas con nuestras parejas y tenemos que reconocer que tener feeling hace que tanto nuestro trabajo como el resultado sea lo más fácil y bonito posible. Nos chiflan las historias locas de amor, en parte porque nos sentimos representadas en ellas.

Damos mucha importancia a los pequeños detalles, a la luz, a las miradas… es algo que nos mueve y nos llena mucho.

Formar parte del colectivo y haber vivido todos esos preparativos para la boda (3 años de preparativos con pandemia incluida hacen callo) nos ha hecho ver las cosas desde una perspectiva diferente. Vivirlo en primera persona ha sido clave para darnos cuenta de muchas cosas importantes, tanto a nivel general como a nivel del colectivo.